¿Qué sonido no puede ser percibido por el oído humano?
El oído humano es un órgano sorprendente y complejo. Nos permite experimentar y disfrutar de la rica variedad de sonidos que nos rodean. Sin embargo, hay algunos sonidos que escapan a nuestra capacidad auditiva. Estos sonidos inaudibles son fascinantes y tienen aplicaciones en diversas áreas, desde la tecnología hasta la investigación científica. En este artículo, exploraremos qué tipos de sonidos no pueden ser percibidos por el oído humano y descubriremos cómo influye la frecuencia y la amplitud en nuestra capacidad para detectarlos. ¡Prepárate para adentrarte en el mundo de los sonidos inaudibles!
Funcionamiento del oído humano
Antes de sumergirnos en los sonidos inaudibles, es importante entender cómo funciona el oído humano y cómo percibimos los sonidos. El oído está compuesto por tres partes principales: el oído externo, el oído medio y el oído interno.
El oído externo captura el sonido del ambiente y lo dirige hacia el oído medio. Luego, el oído medio amplifica el sonido y lo transmite a través de los huesecillos (martillo, yunque y estribo) al oído interno. El oído interno contiene la cóclea, una estructura en forma de caracol que tiene células ciliadas. Estas células transforman las vibraciones del sonido en señales eléctricas que se envían al cerebro a través del nervio auditivo. Así es como percibimos y entendemos el sonido.
¿Qué sonidos están fuera del rango de audición humana?
A pesar de la increíble capacidad del oído humano para detectar una amplia gama de frecuencias sonoras, hay límites para lo que podemos percibir. El rango de audición promedio para los seres humanos se encuentra entre los 20 Hz y los 20.000 Hz (o 20 kHz). Los sonidos por debajo de 20 Hz se denominan infrasonidos y los sonidos por encima de 20 kHz se denominan ultrasonidos.
Los infrasonidos son sonidos de baja frecuencia que generalmente no se pueden escuchar, pero que pueden sentirse como vibraciones en el cuerpo. Los elefantes y algunas ballenas, por ejemplo, utilizan infrasonidos para comunicarse a largas distancias.
Los ultrasonidos, por otro lado, son sonidos de alta frecuencia que están por encima del rango de audición humana. Algunos animales, como los murciélagos y los delfines, utilizan los ultrasonidos para la ecolocalización, es decir, para detectar objetos y navegar en su entorno mediante la recepción de los ecos producidos por sus propios clics ultrasónicos.
La importancia de la frecuencia y la amplitud
La frecuencia y la amplitud son dos características fundamentales de los sonidos. La frecuencia se refiere al número de vibraciones o ciclos por segundo y se mide en unidad de Hertz (Hz). Cuanto mayor sea la frecuencia, más agudo será el sonido. Por otro lado, la amplitud se refiere a la intensidad del sonido y se mide en decibelios (dB). Cuanto mayor sea la amplitud, más fuerte será el sonido.
Nuestro oído humano tiene una mayor sensibilidad a los sonidos de frecuencias medias y amplitudes moderadas. A medida que nos alejamos de estas características, nuestra capacidad para percibir los sonidos disminuye. Los sonidos de baja frecuencia (infrasonidos) y alta frecuencia (ultrasonidos) están fuera del rango en el cual somos más sensibles, lo que explica por qué no podemos escucharlos.
Sonidos inaudibles en aplicaciones tecnológicas y científicas
Aunque los sonidos inaudibles no son perceptibles para el oído humano, eso no significa que sean irrelevantes. De hecho, estos sonidos juegan un papel importante en muchas aplicaciones tecnológicas y científicas.
En el ámbito médico, por ejemplo, los ultrasonidos se utilizan en ecografías para obtener imágenes del interior del cuerpo sin necesidad de cirugía invasiva. Los vibraciones ultrasónicas también pueden utilizarse para limpiar dispositivos electrónicos y eliminar partículas no deseadas.
En el campo de la investigación, los ultrasonidos se utilizan en técnicas de espectroscopia para estudiar la estructura y las propiedades de diversos materiales. Además, los científicos también utilizan los ultrasonidos para manipular y controlar partículas microscópicas, abriendo así nuevas posibilidades en la nanotecnología.
Ejemplos de sonidos inaudibles en la vida cotidiana
Aunque no podamos escucharlos, los sonidos inaudibles están presentes en nuestra vida cotidiana de muchas maneras.
Un ejemplo común son los sistemas antimosquitos que emiten ultrasonidos para repeler a los mosquitos. Aunque no podemos oírlos, estos ultrasonidos pueden ser molestos para los mosquitos, lo que los aleja de nuestras áreas de estar.
Otro ejemplo es el uso de infrasonidos en la música y en las películas para crear una sensación de tensión o misterio. Estos sonidos infrasónicos, a pesar de ser inaudibles para nosotros, pueden afectar nuestras emociones y generar una respuesta emocional sin que seamos conscientes de ello.
Conclusión
El oído humano tiene un rango limitado de audición y hay sonidos inaudibles para nosotros, como los infrasonidos y ultrasonidos. La frecuencia y la amplitud juegan un papel crucial en nuestra capacidad para percibir los sonidos, y los sonidos inaudibles tienen aplicaciones tecnológicas y científicas importantes en diversas áreas. Aunque no podamos escucharlos, estos sonidos inaudibles están presentes en nuestra vida cotidiana y pueden influir en nuestras emociones y nuestra percepción del mundo que nos rodea.
¿Cómo se utilizan los ultrasonidos en la medicina?
Los ultrasonidos se utilizan en medicina para obtener imágenes del interior del cuerpo sin necesidad de cirugía invasiva. Las ecografías, por ejemplo, utilizan ultrasonidos para visualizar órganos, tejidos y estructuras internas, ayudando en el diagnóstico y el monitoreo de enfermedades. Además, los ultrasonidos también se utilizan en terapias como la terapia de ultrasonido, que puede ayudar a aliviar el dolor y acelerar la recuperación de lesiones.
¿Por qué los sonidos infrasonidos pueden ser utilizados en películas y música?
Los sonidos infrasonidos, aunque no audibles para nosotros, pueden tener un impacto en nuestras emociones y generar una sensación de tensión y misterio. Por esta razón, los compositores de música y los creadores de películas a menudo utilizan infrasonidos para crear una atmósfera determinada y añadir un aspecto emocional a sus obras. Los sonidos infrasonidos pueden evocar reacciones emocionales en los espectadores y oyentes sin que estos sean conscientes del efecto específico que están experimentando.